Irán promete responder al ataque de EE.UU. y dice que no hay señales de "contaminación radioactiva"
- Trump ordena bombardear las tres principales instalaciones nucleares de Irán
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Irán ha prometido responder al ataque de Estados Unidos contra sus instalaciones nucleares de este domingo. La Casa Blanca ha bautizado esta operación como Martillo de Medianoche, pero para Teherán ha sido mucho más que un golpe militar. Los persas, que por ahora mantienen abiertas "todas las opciones" para defenderse, han manifestado que los ataques constituyen una ofensiva contra su soberanía y un atentado contra el derecho internacional.
El Ministerio de Exteriores iraní ha alertado de que Washington se ha lanzado a una "peligrosa guerra" contra Irán. El jefe de la diplomacia, Abás Araqchí, que ha calificado de "indignantes" los ataques y ha puntualizado que Washington ha cometido una grave violación de la Carta de las Naciones Unidas y del Tratado sobre la No Proliferación Nuclear (TNP) al "atacar las instalaciones nucleares pacíficas de Irán". Las acciones estadounidenses siguen la línea marcada por Israel hace diez días, cuando atacó de forma unilateral y sin previo aviso la cúpula militar y parte infraestructura bélica iraní, con el argumento de detener el programa nuclear que se estaría llevando a cabo dentro del país.
Ahora, Teherán ha dicho que "se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo". Araqchí ha señalado directamente al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y ha acusado a su director de allanar el camino para esta agresión. Por ello, ha exigido a la Junta de Gobernadores del OIEA que condene el ataque, a la vez que ha hecho un llamamiento a "todos los miembros de la ONU" que, según él, "deberían estar alarmados por esta conducta extremadamente peligrosa, ilegal y criminal".
Las declaraciones del presidente iraní, Masud Pezeshkian, han llegado en la misma línea. El jefe del Ejecutivo de la República islámica ha sostenido que Washington estaba involucrado en los ataques israelíes desde el principio, aunque lo tratara de ocultar, y que al ver la "evidente impotencia" de Israel intervino en el conflicto. t
Ataque " gran con éxito"
"Éxito" es la palabra que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha escogido para catalogar su ataque. "Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán", ha escrito el magnate en su red Truth Social y ha amenazado al régimen de Teherán con más ataques si "la paz no llega rápido".
De la misma forma se han pronunciado los demás miembros del gabinete republicano. Ante los medios de comunicación, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha puntualizado que "cualquier respuesta de Irán contra Estados Unidos se encontrará con una fuerza mayor de la que han visto hoy". Para él, "la operación que ha planeado el presidente Trump fue audaz y brillante, demostrando al mundo que la disuasión estadounidense ha regresado" y por eso ha sostenido que "cuando el presidente habla, el mundo debería escuchar".
Los rumores sobre una posible entrada de Washington en el conflicto se habían venido gestando desde hace diez días, pero no se había materializado hasta este domingo. A pesar de las amenazas y declaraciones cruzadas, los ayatolás no llegaron a atacar a Estados Unidos. Sin embargo, este domingo, Trump ha pulsado el botón rojo: ha atacado las instalaciones nucleares persas y ha involucrado a Washington directamente en la guerra.
Tras la operación, y a pesar de haber sido quienes ejecutaron el ataque directo contra Irán, las autoridades estadounidenses han llamado al diálogo. El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, ha demandado una "solución diplomática" tras asegurar que su país había logrado frenar el programa de armas nucleares de Irán. "La evaluación de los daños provocados sigue en curso, pero nuestro análisis inicial es que toda nuestra munición de precisión impactó donde queríamos que impactara y tuvo el efecto deseado", ha subrayado Hegseth.
Sin indicios de contaminación
Aunque los bombardeos alcanzaron tres de las principales instalaciones nucleares del país, las autoridades iraníes han asegurado que no hay consecuencias radiológicas. Según ha informado la Organización de Energía Atómica de Irán, "no se han registrado indicios de contaminación” en los lugares atacados", por lo que "los residentes cercanos a las centrales nucleares no corren ningún peligro".
En esta línea, la organización ha advertido que "no permitirá que se detenga el camino del desarrollo de esta industria nacional, que es el resultado de la sangre de los mártires nucleares". Irán ha recordado que los sitios bombardeados "están bajo la supervisión" de la OIEA, cuyo trabajo se sustenta en el Acuerdo de Salvaguardias y el TNP.
El OIEA, por su parte, ha confirmado la información y ha asegurado que "hasta el momento, no se ha registrado ningún aumento en los niveles de radiación fuera de las instalaciones". De la misma forma, ha señalado que "proporcionará evaluaciones adicionales sobre la situación en Irán a medida que se disponga de más información".
Mientras en Washington celebraban la "precisión" del ataque, las autoridades iraníes y el OIEA han centrado su atención en las consecuencias inmediatas sobre el terreno. El director general de la agencia, Rafael Grossi, ha convocado el lunes una reunión de emergencia de la Junta de Gobernadores de este organismo de la ONU "en vista de la urgente situación en Irán".
La madrugada del 13 de junio, Israel lanzó contra Irán la Operación León Naciente, dejando en el aire, las conversaciones sobre el programa nuclear entre Estados Unidos e Irán, que estaban previstas para tres días después.