Mapas y gráficos del conflicto Israel - Irán: los bombardeos acumulados tras 12 días de guerra
- Repaso a la evolución de un nuevo conflicto en Oriente Medio con el programa nuclear de Irán de fondo
El 13 de junio de 2025, Israel puso en marcha la Operación León Creciente, una ofensiva masiva contra Irán que supone el mayor ataque contra este país desde la guerra entre Irán e Irak. Su objetivo: frenar el programa nuclear iraní y ejecutar a figuras militares y estratégicas clave. Un conflicto que dio un giro de timón con la entrada de Estados Unidos, que atacó el 22 de junio las principales instalaciones nucleares del régimen iraní en una insólita operación denominada Martillo de Medianoche. Tras la respuesta de Irán atacando una base aérea estadounidense en Catar, se ha acordado un alto el fuego el 24 de junio, doce días después del inicio de los bombardeos de Israel al territorio iraní.
24 junio: balance de ataques a Irán tras 12 días de guerra
A las 7:00 horas (hora peninsular española) habría empezado el alto el fuego entre Israel e Irán impulsado por Estados Unidos y que el presidente norteamericano, Donald Trump, ha pedido a ambos países que respeten. Atrás podrían quedar 12 días de conflicto que el propio Trump ha bautizado como la "guerra de los doce días", en la que Israel ha bombardeado a diario el territorio iraní.
Los bombardeos de Israel sobre Irán, y en particular en Teherán, han tenido como objetivo principal frenar el avance del programa nuclear iraní, que tanto Israel como Estados Unidos consideraban una amenaza inminente. Se han atacado instalaciones nucleares clave como Fordow, Natanz e Isfahán, con el propósito de destruir la capacidad de enriquecimiento de uranio y evitar que Irán desarrolle armas nucleares.
Además de las instalaciones nucleares, Israel ha dirigido sus ataques contra infraestructuras militares, bases aéreas, depósitos de misiles y centros de mando de la Guardia Revolucionaria en Teherán y otras regiones del país. El objetivo ha sido debilitar la capacidad ofensiva y defensiva de Irán, neutralizando lanzadores de misiles, destruyendo aeronaves y eliminando altos mandos militares y científicos nucleares. Estas acciones buscaron tanto impedir represalias inmediatas como reducir la capacidad de Irán para responder a futuros ataques.
23 junio: Irán lanza misiles sobre la base militar de EE.UU. en la capital de Catar
Irán ha atacado con misiles la base militar estadounidense de Al Udeid en Catar, la mayor de Estados Unidos en Oriente Medio -alberga a unos 10.000 soldados-, y situada a las afueras de la capital, Doha. Es la respuesta iraní a los ataques del sábado de Washington sobre sus tres principales instalaciones nucleares: Isfahán, Natanz y Fordow. Teherán había asegurado que respondería y Trump amenazó al régimen iraní con más ataques "si la paz no llega rápido".
La Guardia Revolucionaria asegura que las bases militares estadounidenses en Oriente Medio "no son una fortaleza, sino una gran debilidad", y recordó además que la base atacada en Catar es "el cuartel general de la Fuerza Aérea y el mayor activo estratégico del ejército estadounidense" en la región. Por su parte, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní afirmó que el ataque es "una respuesta al acto agresivo y descarado de los Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán". "El número de misiles utilizados en esta exitosa operación fue equivalente al número de bombas que Estados Unidos utilizó en su ataque a las instalaciones nucleares de Irán", aseguró en un comunicado.
La base militar había sido evacuada previamente. Además, Estados Unidos había reducido significativamente su presencia en esta instalación aérea, reubicando cerca de 40 aviones, como se aprecia en las siguientes imágenes por satélite, que muestran que la mayoría de las aeronaves que estaban en las pistas el 5 de junio ya no estaban el día 19, en medio de la escalada de tensiones entre Irán e Israel.
23 junio: el estrecho de Ormuz, pieza sensible en el tablero de Oriente Medio
Una estrecha franja de mar en la región más caliente del planeta en este momento podría desestabilizar el escenario global. El posible cierre del estrecho de Ormuz por parte de Irán, tras los recientes ataques estadounidenses, ha encendido las alarmas por su impacto potencial en el comercio energético. Este paso marítimo canaliza cerca del 30 % del petróleo mundial y el 20% del gas licuado que circulan por el mar y es vital para exportadores como Arabia Saudí, Catar y el mismo Irán.
Es un cuello de botella ineludible a día de hoy. Solo Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos poseen oleoductos operativos que pueden evitar el estrecho de Ormuz, pero lo cierto es que su capacidad de desvío apenas representa el 32% de los casi 21 millones de barriles de petróleo diarios que son transportados por el estrecho.
La clausura total del estrecho aparece como poco probable por expertos, ya que Irán depende de él para exportar petróleo, especialmente a China. Pekín, de hecho, podría ser un freno importante para esta medida. Sin embargo, es posible que se produzcan ataques selectivos a embarcaciones estadounidenses como forma de presión, una estrategia que ya han practicado los hutíes de Yemen.
Si Irán optara por cerrar la vía, los precios del petróleo podrían dispararse hasta los 130 dólares por barril. España se arriesgaría a nuevas tensiones inflacionarias, debido a su creciente dependencia del gas de Catar. Mientras tanto, ya se perciben efectos: los seguros marítimos han aumentado y los desvíos de rutas elevan los costes logísticos, a la espera de decisiones concretas por parte de Teherán.
22 junio: EE.UU. entra en la guerra atacando instalaciones nucleares
El presidente Donald Trump confirmó que Estados Unidos había completado "con gran éxito" un ataque el sábado por la tarde, hora estadounidense, madrugada del domingo en España, contra tres instalaciones nucleares iraníes (Natanz, Fordow e Isfahan), marcando la primera intervención militar directa estadounidense en el conflicto entre Israel e Irán. "Habrá paz o una tragedia para Irán mucho mayor que la que hemos presenciado en los últimos ocho días. Recuerden, aún quedan muchos objetivos por alcanzar", dijo Trump en un discurso a la nación desde la Casa Blanca.
La operación, bautizada como Martillo de Medianoche, utilizó algunos de los recursos militares más avanzados del arsenal estadounidense, con los bombarderos B-2 Spirit como el elemento central de la misión. Conocido como el "bombardero furtivo", es uno de los aviones de guerra más sofisticados del mundo, casi imposible de detectar por los radares.
Varios bombarderos B-2 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos despegaron este sábado con rumbo al Pacífico, según el seguimiento de sitios web especializados en tráfico aéreo, sumándose al reciente despliegue en Oriente Medio de otros componentes del colosal arsenal de Estados Unidos, como el portaaviones USS Nimitz o los cazas F-16, F-22 y F-35 de la Fuerza Aérea. Fuentes de Defensa revelaron que en la fortaleza de Fordo, el principal centro de enriquecimiento de uranio iraní, se lanzaron varias bombas anti-búnker GBU-57, nunca antes usadas en combate real.
Trump describió la operación como un golpe directo a la capacidad del régimen de Teherán de continuar desarrollando tecnología atómica con fines militares. “Se produjeron daños monumentales en todas las instalaciones nucleares de Irán, como muestran las imágenes satelitales. ¡Destrucción es un término preciso!, ha escrito en su red Truth Social. “Los mayores daños se produjeron muy por debajo del nivel del suelo. ¡¡¡En el blanco!!!“. Es, precisamente, en las estructuras subterráneas, donde se cree que Irán ha concentrado componentes sensibles de su infraestructura nuclear.
A continuación, mostramos las imágenes del antes y del después de las tres centrales atacadas.
El ataque de Estados Unidos provocó la respuesta de Irán, que lanzó una nueva andanada de misiles en la que han resultado heridas al menos 16 personas. La Guardia Revolucionaria iraní anunció este domingo que ha atacado el aeropuerto Ben Gurion, centros de “investigación biológica” y otros objetivos israelíes. Según los medios iraníes, en el ataque de este domingo se usó por primera vez el misil Kheibar, con un alcance de 2.000 kilómetros, capacidad para cargas cabezas explosivas de 1.500 kilos y una longitud de 13 metros, que se presentó en 2023.
20 junio: las bases de Estados Unidos en Oriente Medio
La portavoz de la Casa Blanca anunció el jueves que el presidente de Estados Unidos se tomará dos semanas para decidir si finalmente se une a Israel para atacar a Irán. Este fue el mismo plazo que Trump aplicó con Rusia y Ucrania para un alto el fuego, lo que finalmente derivó en dos rondas de conversaciones entre ambos países en Estambul. Sin embargo, ninguna de ellas arrojó resultados concluyentes para iniciar un proceso de paz.
El periódico The Wall Street Journal publicó que Trump reveló a sus más estrechos colaboradores en la noche del martes que ha aprobado los planes que le ha presentado el Pentágono, pero que todavía no ha dado la luz verde al ataque. Este jueves, Trump dijo que el periódico "no tiene ni idea" de cuáles son sus pensamientos, pero no negó la información.
El hecho es que Estados Unidos tiene miles de tropas -más de 50.000- desplegadas en una veintena de bases en todo Oriente Medio, una región en la que su Ejército ha intervenido en multitud de operaciones militares, y en el que su presencia trata de apoyar a sus aliados (Israel y los países del Golfo), disuadir a los rivales de estos y mantener la estabilidad en las rutas comerciales de la zona (por el estrecho de Ormuz circula el 20% del petróleo mundial). A estas bases deben sumarse los buques de guerra (destructores y portaaviones) que Estados Unidos tiene desplegados actualmente en el Mediterráneo, el Mar Rojo, el Golfo Pérsico y el Océano Índico.
Kuwait lidera la región en términos de presencia militar estadounidense total, con tres bases principales. Sin embargo, la instalación más importante es la base aérea de Al Udeid, en Qatar, con aproximadamente 11.000 efectivos, y que funciona como cuartel general avanzado del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM). Además, Estados Unidos está presente en zonas de conflicto, como Irak y Siria, y mantiene una presencia estratégica de observación y radar en países aliados como Turquía, Egipto e Israel.
19 junio: bombardeo a un hospital israelí, y los líderes iraníes eliminados hasta la fecha
Irán ha atacado este jueves el Hospital Soroka en Beersheba, al sur de Israel, provocando al menos 32 heridos por el impacto de un misil. De momento no se han registrado muertes porque la planta afectada por el misil había sido evacuada en los últimos días y todos los pacientes y el personal se encontraban en zonas protegidas. Según la república Islámica, el objetivo no era el centro sanitario, sino un parque tecnológico que estaría ubicado a unos 500 metros que, según Teherán, es usado por el Ejército israelí.
Por su parte, el diario Teherán Times ha indicado que aviones israelíes bombardearon edificios del Ministerio de Defensa y el aeropuerto Karaj Payam, una de las terminales aéreas internacionales de la capital. Los ataques han golpeado también varios puntos del este y el norte de la capital, sin que hasta el momento haya información oficial sobre muertos y heridos. En Irán, 585 personas han muerto y 1.800 han resultado heridas desde el 13 de junio, según ONG no gubernamentales, mientras que en Israel hay 24 fallecidos y 838 heridos.
La operación militar de Israel contra Irán ha tenido como objetivo desde el primer momento la eliminación de la cúpula militar y estratégica iraní. El propio Ejército israelí celebraba esta madrugada, en una publicación en su cuenta oficial en X, la eliminación de estos objetivos, a los que considera "líderes del terrorismo".
En menos de una semana, ha eliminado a al menos diez altos mandos militares y a otra decena de científicos nucleares. Estos asesinatos han supuesto un golpe muy importante a la estructura de comando militar de Irán, forzando al líder supremo, Alí Jamenei, a realizar nombramientos de emergencia para llenar el vacío de liderazgo.
El primer día de la ofensiva israelí, resultó en las bajas más significativas, eliminando a seis figuras clave del régimen iraní: Mohammad Hossein Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, considerado el segundo oficial de más alto rango después de Jamenei; Hossein Salami, comandante en Jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), figura cercana a Jamenei y uno de los más beligerantes contra Israel y Estados Unidos; Gholam Ali Rashid, comandante del Cuartel General Central Khatam al-Anbiya, responsable de la coordinación militar iraní en tiempos de guerra; Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial del CGRI desde 2009 y cerebro del programa de misiles iraní; además de los científicos Fereydoun Abbasi, ex jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, figura clave del programa nuclear, y Mohammad Mehdi Tehranchi, científico nuclear en la Universidad Islámica Azad en Teherán.
En ataques sucesivos, Israel apuntó contra el aparato de inteligencia iraní, eliminando a tres jefes y oficiales de la Guardia Revolucionaria. Incluso, el 17 de junio, en una demostración de fuerza y de capacidad de sus servicios de inteligencia, Israel eliminó al recién nombrado jefe militar iraní, Alí Shadmani, cuatro días después de asumir el cargo tras la muerte de su predecesor, Gholam Alí Rashid.
Detrás de esta ofensiva hay algo más que un movimiento preventivo ante el desarrollo armamentístico de Irán, asegura a RTVE.es Moussa Bourekba, investigador principal de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs). "La explicación oficial es la destrucción del programa nuclear, pero por los últimos días parece que lo que busca Israel básicamente es diezmar el liderazgo militar del país con el asesinato de altos rangos, y creo que el objetivo ya no es simplemente destruir las capacidades nucleares de Irán, sino que Benjamín Netanyahu considera que hay una ventana de oportunidad para provocar un cambio de régimen", analiza. Los ataques actuales a plantas de gas o de petróleo seguirían el mismo propósito de desestabilización de Irán, añade este experto.
Ofensiva de Israel sobre Irán
Según Israel, Irán había acumulado suficiente uranio enriquecido para producir hasta 15 armas nucleares en cuestión de días. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó los ataques como una acción preventiva, declarando que "si no se le detiene, Irán podría producir un arma nuclear en muy poco tiempo”.
A la ofensiva de Tel Aviv Teherán ha respondido con el lanzamiento de drones hacia territorio israelí. El intercambio de ataques es ya uno de los episodios más violentos entre ambos países. A fecha de 17 de junio, en Irán han muerto 227 personas y más de 1.800 han resultado heridas desde el viernes, mientras que en Israel hay 24 fallecidos y cerca de 400 heridos.
Ataque sin precedentes a la infraestructura nuclear y militar de Irán
Israel ha puesto el punto de mira en las principales centrales de enriquecimiento de uranio de Irán. Así, destruyó parte esencial del complejo nuclear de Natanz, considerado el epicentro de este programa nuclear iraní, ya que alberga miles de centrifugadoras que enriquecen uranio para usos civiles y, potencialmente, militares. La Planta Piloto de Enriquecimiento de Combustible (PFEP), donde Irán había estado enriqueciendo uranio hasta niveles del 60%, fue demolida, y, según el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, "es muy probable" que las casi 15.000 centrifugadoras de la planta subterránea de enriquecimiento de Natanz hayan sido severamente dañadas o destruidas por completo.
La ofensiva incluyó también al Centro de Tecnología Nuclear de Isfahan, donde se destruyeron instalaciones críticas del ciclo de combustible nuclear, esenciales para convertir uranio en formas aptas para su enriquecimiento y, potencialmente, su uso armamentístico. Las instalaciones en Fordow, profundamente soterradas, resistieron mejor, aunque también se han reportado daños.
En paralelo, las Fuerzas de Defensa de Israel y el Mossad lanzaron ataques contra instalaciones de la Guardia Revolucionaria iraní. El cuartel general del CGRI en Teherán fue incendiado, y se registraron ataques en Piranshahr y otras localidades. Entre los fallecidos están figuras clave como Hossein Salami, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, y el jefe del Estado Mayor, Mohammad Bagheri.
Las bases de misiles también fueron blanco de los ataques teledirigidos. En Kermanshah y Tabriz, imágenes satelitales confirmaron la destrucción de lanzadores y sistemas balísticos. En Esfajabad, un ataque encubierto desde una base de drones del Mosad permitió eliminar infraestructura de misiles superficie-superficie, debilitando la capacidad de respuesta ofensiva iraní. Los sistemas de defensa aérea iraníes fueron saboteados mediante operaciones encubiertas, desactivando parte importante del escudo antiaéreo de Irán.
Infraestructuras militares claves también fueron bombardeadas. Aeropuertos estratégicos como Mehrabad, Shahid Madani y la base aérea del IRGC en Mashhad sufrieron daños, incluyendo la destrucción de cazas F-14 en una base en Teherán, ataques pensados para limitar la capacidad logística y aérea iraní en eventuales represalias.
Teherán sufre repetidos bombardeos
Uno de los ataques más significativos contra Teherán tuvo lugar el 16 de junio, cuando Israel bombardeó la televisión estatal iraní, después de ordenar la evacuación del distrito en el que se encontraba. El ataque quedó registrado en directo cuando una presentadora, Sahar Emami, que transmitía en directo, llevó a negro la señal tras el impacto. Tres personas fallecieron en este bombardeo.
La infraestructura energética de la capital iraní fue otro objetivo clave. Israel bombardeó el depósito de combustible de Shahran, en el oeste de Teherán, así como una refinería en la zona de Shahr Rey, al sur. Ambos ataques provocaron incendios de gran magnitud.
Los misiles también impactaron en objetivos gubernamentales y militares estratégicos, como los ministerios de Asuntos Exteriores, Defensa y el cuartel general de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. Las bombas también han afectado a zonas residenciales muy pobladas como Shahrak Gharb, Saadat Abad y Punak, donde se registraron explosiones, causando numerosos muertos y heridos entre la población civil.
Un depósito de petróleo en Sharan arde tras un bombardeo israelí en Teherán. REUTERS
Iraníes atienden a un hombre herido tras un ataque en el centro de Teherán. AFP
La capacidad nuclear de Irán se ha multiplicado en poco tiempo
Israel extendió su campaña por diversos centros nucleares estratégicos por su potencial para producir plutonio, un esfuerzo combinado para cortar todas las vías del desarrollo nuclear iraní.
De hecho, el gobierno israelí convirtió en objetivos concretos a científicos nucleares de alto nivel, involucrados en el programa de armas nucleares de Irán. Según los informes, nueve científicos nucleares fueron eliminados en los primeros ataques.
El programa nuclear iraní comenzó a generar preocupación internacional en 2002, cuando se descubrió la existencia de centros nucleares no declarados.
Según el último informe técnico del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), del 31 de mayo de 2025, Irán ha aumentado significativamente su producción de uranio altamente enriquecido (60%) en casi un 50% entre febrero y mayo de 2025. Con más de 408 kilos de uranio enriquecido al 60% a mediados de mayo. Este nivel de pureza está muy cercano al 90% necesario para la fabricación de armas nucleares.
El OIEA afirma que las reservas totales de uranio enriquecido de Irán alcanzaron 9.247,6 kilogramos en mayo de 2025, un aumento de 953,2 kilogramos desde el informe trimestral anterior. Esta cantidad supera 45 veces el límite autorizado por el acuerdo nuclear de 2015. Israel ha considerado esta situación una amenaza de primer orden para su seguridad.
Israel y Tel Aviv: su defensa antiaérea no repele todos los misiles
Los ataques de respuesta del régimen iraní contra Israel han causado víctimas civiles y daños severos en Israel, en especial en zonas residenciales de Tel Aviv. En Bat Yam, al sur de la ciudad, un misil impactó directamente en un edificio de diez pisos, causando al menos ocho muertes y dejando a decenas de personas atrapadas. En Petah Tikva, a unos diez kilómetros de Tel Aviv, otro misil provocó la muerte de cuatro personas, incluyendo dos que se refugiaban en un búnker.
Destrucción en Bat Yam, al sur de Tel Aviv, tras el impacto de misiles de Irán. AFP
La Cúpula de Hierro, el sistema de defensa aérea israelí, intercepta misiles sobre Tel Aviv. EFE
Judíos ultraortodoxos observan los daños tras un misil en Bnei Brak, al este de Tel Aviv. AFP
Además de los daños civiles, Irán afirmó haber atacado objetivos de inteligencia en el corazón de Tel Aviv. Según la Guardia Revolucionaria, se habría alcanzado el cuartel del Mosad y el centro de inteligencia militar Aman, lo que calificaron como una “operación de alto impacto”, aunque las autoridades israelíes no han confirmado oficialmente daños en estas instalaciones.
Las Fuerzas Armadas israelíes aseguran haber interceptado drones cerca de los Altos del Golán, y se ha informado de ataques a una central eléctrica y una refinería de petróleo en Haifa, en el norte de Israel, zona que también ha sido atacada por Irán con misiles balísticos.
