Haliburton, el héroe caído de una final en la que los Pacers no pudieron obrar el milagro
- Los de Indiana se han quedado a un paso de lograr lo inesperado ante los Thunder (103-91)
- Haliburton cayó lesionado a los cinco minutos de partido cuando llevaba tres triples en su haber


Lo de que la realidad supera la ficción es un tópico, casi fórmula matemática, aplicable también al mundo del deporte y, sobre todo, cuando la realidad se convierte en cruda realidad.
Es lo que le ha pasado a los Indiana Pacers en el séptimo partido de las Finales de la NBA, donde ha caído de la manera más cruel ante los favoritos, los Oklahoma City Thunder de Shai, (103-91).
El grande siempre se come al pequeño y es exactamente lo que ha pasado en el último partido de la serie que ha designado al nuevo dueño del anillo de la NBA.
Aunque, como en Rocky I, el milagro casi se culmina y se ha sentado las bases de un equipo que podrá volver a intentarlo la temporada que viene, aunque, en gran medida, ese posible resarcimiento dependerá del alcance de su héroe caído en la final, Haliburton.
Haliburton cae en desgracia en el momento clave
La estrella inesperada de los Pacers ha tenido un desenlace más que trágico, ya que tuvo que retirarse después de disputar los primeros cinco minutos de partido tras caer desplomado sobre la pista del Paycom Center de Oklahoma.
El base recibió un balón delante del 'jefe' de los Thunder, Shai-Gilgeous Alexander, cuando intentaba sacarse un lanzamiento de tres, la pierna derecha no le aguantó y casó con un fuerte grito de dolor. El peor escenario se cumplía. La estrella de los Pacers se retiró entre lágrimas y con una toalla en la cara.
Haliburton llevaba en el arranque del partido definitivo tres triples de cinco intentos en una noche que parecía iba a ser la suya, pero nada más lejos de la realidad. Su marcha dejó huérfano al equipo dirigido por Rick Carlisle, que siguió dando la batalla para intentar evitar lo inevitable.
Momento en el que Haliburton cae lesionado ante Shai. APTOPIX
El base, de 25 años y nacido en Oshkosh, Wisconsin, ha sido uno de los protagonistas en la gran y sorprendente temporada de la franquicia de Indiana. Haliburton ha anotado 98 puntos en los siete partidos de las Finales, con un balance de 16 triples.
Los Thunder imponen su condición de favorito, pero sufriendo
La serie comenzó con los Thunder como los grandes favoritos para hacerse con el ansiado anillo, pero enfrente estaba un equipo que se crece como David ante Goliat y que había dejado en la estacada en la Conferencia Este a los Bucks (4-1) en la primera ronda, a los Cavaliers (4-1) en las semis y que acabó, contra pronóstico, en la final de División con los Knicks (4-2), que venían de dejar en la estacada a los Celtics.
La gran serie final comenzó con los de Indiana sorprendiendo al favorito en su casa y ante su público en un partido pírrico (110-111). De nuevo en su estadio, los Thunder se pusieron las pilas y no dejaron más sorpresas en el tintero para poner el 1-1 en la serie (123-110).
La final puso rumbo a Indiana en el tercer partido, donde los Pacers volvieron a ponerse por delante con otra gran actuación de su estrella caída, Haliburton, quien se fue del partido con 22 puntos, 4 triples, 9 rebotes, 11 asistencias y 2 robos, en su mejor partido de la final (116-107).
El cuarto enfrentamiento acabó con los Thunder devolviendo la derrota a los locales y colocando el factor cancha a su favor de nuevo (104-111). De vuelta a Oklahoma, los chicos de Mark Daigneault impusieron su condición de favoritos para sellar la segunda victoria consecutiva (120-109) y dejar la consecución del anillo a tiro (3-2).
Los Thunder no pudieron cantar el alirón en Indiana en el sexto partido de las Finales, donde los Thunder volvieron a brillar con luz propia y gestaron la proeza de forzar el séptimo y definitivo partido (108-91).
Y la última escena de la película terminó con el golpe de realidad definitivo para el equipo revelación de la temporada, que se quedó con su estrella lesionada en los primeros compasen del duelo y sin la posibilidad de haber logrado una gesta que habría entrado en los anales del baloncesto de la mejor liga del mundo, la NBA.